31 octubre 2005

 

La forma también importa

El viernes 28 de octubre se celebró una sesión abierta del Observatorio Económico de la Fundación FAES para hablar del Estatuto de Cataluña; el equipo económico de FAES estaba al completo y acudió a presentar el acto José Mª Aznar acompañado de Mariano Rajoy y la plana mayor del PP representada por Ángel Acebes y Eduardo Zaplana. Habría más pero soy despistada para las caras.

Lo que allí escuché (no estuve toda la sesión) me pareció de una factura analítica impecable - Alberto Recarte, Francisco Cabrillo y José Tomás Raga utilizaron a fondo sus intervenciones para desmenuzar los riesgos que afectan a los asuntos económicos. Recarte centró su intervención en denunciar los riesgos económicos que, en general, puede ocasionar la aprobación del Estatuto - fue una denuncia implacable de la negación del mercado que aporta la pieza objeto de discusión. Cabrillo se explayó hablando del reparto competencial que se han inventado con este Estatuto y de manera amena ilustró los dislates del texto. Raga se centró en los artículos que afectan a los intermediarios financieros y, especialmente, las Cajas de Ahorro y fue, si cabe, aún más demoledor porque puso de relieve la falta de rigor del Estatuto en el uso de conceptos económicos, legales y administrativos. Faltó, si cabe, en la intervención de Recarte el plus necesario para hacer que su discurso sea comprensible para un público más amplio (no puede decirse sólo que las balanzas fiscales son de imposible ejecución porque te van a decir que si eres tan listo que busques el método para hacerlo o que no lo haces porque eres un vago o un inútil , tendrás que buscarte las vueltas para destrozar ese argumento y lo que ello supone en términos de explicar qué da y recibe cada comunidad autíonoma).

La presentación del acto por Aznar fue, también, una buena pieza. Mesurado en el tono y duro en el fondo aportó unas maneras que me sonaron tanto más deseables cuanto que el resto del acto no estuvo atinado en su presentación.

Hasta aquí habrán visto Vds. que me alineo con las posiciones más preocupadas por la deriva que la posible aprobación de este Estatuto puede suponer para nuestro país (y, matizo, no sólo desde un punto de vista económico como el que se abordaba en ese foro sino también, añado, desde un punto de vista jurídico y de reglas que, a mi juicio, no ha sido hasta ahora suficientemente desbrozado en los debates pero que, me parece, puede ser de unas consecuencias inimaginables para destrozar nuestro marco jurídico).

Ahora bien, si ese acto era para los del PP que se lo monten como quieran y no tengo nada que objetar al respecto. Pero si ese acto y los que le sigan se montan para convencer y alimentar el debate necesario a quienes no son sus fieles incondicionales deberían reconsiderar la forma de presentar sus argumentos. Y es posible que unos cuantos de los que allí estábamos fuéramos simples ciudadanos concernidos (y con tiempo libre) sin que por ello estemos necesariamente alineados de manera incondicional con un determinado partido.

Para empezar, la elección del lugar -un hotel de 5 estrellas en Madrid- no es el mejor lugar para empezar a ganarse y para pelearse el debate público que debería haber en este país ante lo que se nos viene encima.

El modelo de acto con presencia de su ex--activo principal por decisión propia (i.e. J.M. Aznar) acompañado de su señora (A. Botella) a dos metros tampoco es para tirar cohetes y, mucho menos, para ganarse al personal menos afín. Me refiero a la presencia de la señora en dicho acto, absolutamente prescindible, máxime cuando todos sabemos que es concejala y que, a esas horas (media mañana) debería estar en su sitio, en su concejalía (que bastante tiene lidiando con los asuntos sociales del Ayuntamiento de Madrid).

La presencia de todo el equipo económico de FAES en pleno en la mesa, poniendo de manifiesto que no hay entre ellos ni una sola mujer tampoco facilita las cosas. No estoy por la mujer cuota, ni por la mujer florero (ver supra), pero tampoco por el hombre a toda costa. A estas alturas del misterio, no es posible que en todo el PP y en toda la "intelligentsia" española no haya una mujer economista que pueda decir algo sensato sobre economía. El propio PP ha tenido y tiene magníficas representantes femeninas en cuestiones económicas. ¡Tienen que sacarlas!

El tono de las intervenciones, en concreto la de Recarte, fue muy beligerante y, en ocasiones, pasada de tono. Uno puede suscribir todo lo que dijo, pero no siempre es lo mejor ser tan sincero y decir todo lo que uno piensa. Uno tiene que pensar qué dice y cómo lo dice. Lo importante no es despacharse a gusto, sino tener noción de a dónde se quiere llegar y apuntar con certera precisión al blanco, las florituras mejor para los jarrones (y me refiero, explícitamente, a insultar al Presidente del Gobierno como lo hizo).

Es cierto que en aquel ambiente poco podía importar qué dijeran y cómo lo dijeran -todos eran fieles (o lo parecían). Todos los asistentes con traje y corbata o chinos y camisa de cuadros estilo inglés (los más jóvenes), abundancia de mechas y faldas impecables entre las mujeres. Matrimonios de toda la vida que acudían al acto juntos (como quien va a merendar a Embassy). En todo ese marasmo sólo destacaban por su torpe aliño indumentario dos señoras de más de 80 años que parecían gemelas, con sus zapatos planos y sus paraguas medio rotos y la nube de cámaras de los medios con vaqueros, melenas y deportivas. Pero eran, a la postre, dos mundos que no se rozaban.

Quizá habría algún curioso como yo, preocupado que no incondicional de nadie en concreto ..... y me fui pensando ... con todo lo que esta gente tiene que decir más vale que encuentren el modo de hacer llegar el mensaje de fondo a la gente. Mi temor, que se queden en una discusión de buenos/malos, negros/blancos, progres/conservadores y se hurte, una vez más y sin solución, el debate que este asunto tan espinoso se merece y que todos nos merecemos. Debate público en espacio público.

Comments:
Ese siempre ha sido el problema de la derecha. Siempre ha preferido los discursos bajo la moqueta de un hotel de cinco estrellas que al debate puro en la calle donde llueve, hace frío y se pueden manchar los zapatos.

Una pena.

Coase.
 
Totalmente de acuerdo con el contenido del artículo, está muy bien criticar al psoe pero es bueno ser autocríticos.

Yo tambien he ido a algunos actos del pp de canarias, y parece un club de pijos que no quieren mezclarse con la gente de la calle, a la derecha le hace falta una gran campaña de marketing para tratar de captar a esos segmentos de la población que no están previamente convencidos, en eso la izquierda nos supera totalmente.

Séneca.
 
Muy interesante el texto.

A Recarte lo he leído alguna vez en Libertad Digital y lo tenía por liberal. Oyéndole en la COPE el día de la aprobación del Estatuto me quedé pasmado al ver cómo en un supuesto espacio de economía se dedicó a insultar sin parar al presidente del gobierno, en un tono totalmente fuera de lugar.

Claramente su nacionalismo español puede a su supuesto liberalismo, que empezaría por respetar al que propone ideas distintas a las propias.
 
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