12 mayo 2005
Con los brazos abiertos
Ayer empezó al Feria de San Isidro y con ella comienza una de las mejores épocas de la prensa de ABC -la crítica taurina de Zabala de la Serna, digno hijo de su padre el gran crítico Vicente Zabala.
Hago memoria y no recuerdo otra sección que tenga una figura periodística de semejante calibre. La Feria resultará como sea, pero siempre se salva la crítica taurina del ABC, por el estilo periodístico de su crítico, por las fotos que acompañán (la de hoy de Botán es espléndida), por los dibujos de Humberto Parra.
Si a alguien le leyeran en alto un trozo de la crítica taurina y de cualquier otro artículo de otra sección no podría pensar que ambos forman parte de un mismo producto, prensa diaria, de usar y tirar.
Cada artículo está escrito en una prosa lozana, cuajada de imágenes, sin latiguillos lingüisticos, con toda la riqueza del léxico taurino y con una melodía interior que va marcando emociones, haciendo guiños al lector que acaba leyendo como si estuviera viendo la faena en directo; a veces hasta puede olerse la sangre y mascarse el polvo del albero que levantan los caballos.
Un placer su lectura, un ejemplo para escritores, una alegría que perdura lo que la feria, una flor que florece cada primavera. ¡Que dure!.
Hago memoria y no recuerdo otra sección que tenga una figura periodística de semejante calibre. La Feria resultará como sea, pero siempre se salva la crítica taurina del ABC, por el estilo periodístico de su crítico, por las fotos que acompañán (la de hoy de Botán es espléndida), por los dibujos de Humberto Parra.
Si a alguien le leyeran en alto un trozo de la crítica taurina y de cualquier otro artículo de otra sección no podría pensar que ambos forman parte de un mismo producto, prensa diaria, de usar y tirar.
Cada artículo está escrito en una prosa lozana, cuajada de imágenes, sin latiguillos lingüisticos, con toda la riqueza del léxico taurino y con una melodía interior que va marcando emociones, haciendo guiños al lector que acaba leyendo como si estuviera viendo la faena en directo; a veces hasta puede olerse la sangre y mascarse el polvo del albero que levantan los caballos.
Un placer su lectura, un ejemplo para escritores, una alegría que perdura lo que la feria, una flor que florece cada primavera. ¡Que dure!.