Almendrera

El uso del tuteo avanza a pasos agigantados, es cuestión de estilos, costumbres, pueden decirse cosas a favor o en contra. Personalmente prefiero utilizar ambos -según situaciones- y en público (como en este caso) utilizo habitualmente el usted.

Pero si algo me revienta es la mezcla de ambos en los escritos, y no por razones de un toma y daca del hablante, sino por puritito "corta y pega". He observado últimamente varias webs en las que se utilizan ambos. Tiene toda la pinta de que cada parte del texto la ha escrito una persona, actualizan la web, fijan los cambios y ahí va la barahúnda discordante de expresiones.

La última muestra, la web de Renfe que me acaba de enviar un correo para anunciar los cambios en la misma (http://www.renfe.es/comprabilletes).

Menos mal que los cambios parecen positivos para los usuarios habituales de la misma (poder gestionar los pagos con varias tarjetas, poder hacer anulaciones y cambios de billetes aunque ya se hayan impreso, y algunas otras bondades que seguro agradeceremos los usuarios). Persiste, no obstante, lo que comentaba recientemente Josu en Malaprensa -su entrañable costumbre de no poner a la venta con antelación billetes del periodo navideño hasta que se casi se han caducado los turrones (asunto que me trajo de cabeza el año pasado hasta la saciedad).

Sí señores, las costumbres están cambiando y para eso nada mejor que leer la prensa, para enterarnos de qué cosas acontecen por este mundo.

Después de tanta discusión sobre la igualdad, hemos dado un golpe de timón y ahora practicamos la segregación de sexos en las visitas a los cementerios, según se colige de la edición impresa de El País de hoy, en la pág. 6 del Suplemento Madrid.

Miles de madrileñas y madrileños, por este orden, acudieron ayer a los 22 cementerios de Madrid y los casi 180 de la región para recordar a sus difuntos.

Como lo leen, las madrileñas por una parte y los madrileños por otra parte, unos detrás de otros y con gran elegancia, las damas primeros y los caballeros después. Segregación de sexos en el acceso a los cementerios. Y todo esto sin que medie ley alguna que lo permita ni lo prohíba, sin necesidad de hacer una campaña de difusión, sin alarde alguno.

Sí, sí, ya sé que parece evidente que lo que quería decir el periodista es que había más mujeres que hombres visitando los cementerios, pero es que él artículo no tiene desperdicio estilístico. Estaba el pobre periodista intentando cumplir con su obligación , se puso el hombre melancólico, se sintió escritor y se lanzó el hombre a hilar varios temas, con desigual fortuna.

Pero claro, el día de los difuntos es el día de las flores, así que en el mismo paquete mete el precio de las flores en tan insigne día (tema recurrente de toda la prensa del día de difuntos desde que la prensa es prensa) y la génesis de la Avenida de las Trece Rosas (estaba el hombre hablando de flores y venía como anillo al dedo) y su relación con una película de actualidad. Y nos enteramos de que el nombres de la calle se ha puesto "bajo acuerdo" que no por acuerdo (como se suelen acordar las cosas, salvo que haya sometimiento consentido, digo .....)

Y como después de la flor viene el fruto, el colofón las bellotas del camposanto, si bien podía haber puesto bien las concordancias verbales, porque no creo que cayeran en ese día las bellotas a modo de lluvia sobre los visitantes. (que justificarían el presente "sembraron" en lugar del "habían sembrado" que reclama a gritos cualquier lectura del texto).

Los de Galapagar, como son de pueblo, no se han enterado todavía de estos cambios de costumbres, bien es cierto que no había miles, sólo eran unas decenas a las 12 del mediodía, probablemente unas centenas a lo largo del día. Y desde luego entraban, salían y se movían por el cementerio como les daba la gana, sin orden ni concierto.